Espacios naturales creados para proteger ecosistemas, comunidades o especies que, por su rareza, fragilidad o singularidad merecen una valoración especial.
Pueden ser: Integrales, en ellas está prohibida la explotación de recursos, salvo que la Administración lo autorice por razones de investigación, educativas o de conservación.
Parciales, en las que se permite la explotación de recursos de forma compatible con la conservación de los valores que se pretende proteger.
Listado con las reservas de Asturias:
Horario: De lunes a viernes, de 8:30 a 19:30 horas.
Las visitas deben ser autorizadas por la Consejería de Medio Ambiente, permitiéndose un máximo de 20 visitantes por día.
La solicitud debe ir acompañada de nombre, apellidos y número de DNI de cada miembro del grupo, y el titular del grupo deberá aportar también fotocopia del DNI, una dirección y teléfono de contacto.
Concejo: Navia y Valdés.
Superficie: 2,5 Km2.
La vegetación de playas y dunas se encuentra en excelente estado de conservación, con una buena representación de las comunidades de arribazón de la clase Cakiletea maritimae.
En los extremos de la ensenada de Barayo existen complejos de vegetación de acantilados típica de la costa occidental asturiana, y en las laderas que cierran la desembocadura del río domina la serie de las carbayedas oligótrofas galaico-asturianas. La existencia de comunidades de vegetación de acantilados, dunas, cañaverales y las alisedas postdunares bien conservadas constituyen un conjunto único en la región.
Los ejemplares más importantes de la fauna de Barayo son la nutria, emblema de la reserva, que en ocasiones se puede contemplar recorriendo la playa -hecho exclusivo del occidente asturiano-, y el ostrero, del que conviene destacar aproximadamente una decena de parejas cría anualmente en la región. Ambas especies están incluidas en las categorías de «Interés especial» y «Sensibles a la alteración de su hábitat» dentro del Catálogo Regional de Especies de Vertebrados Amenazados.
En cuanto a su vegetación, quizá las especies de mayor originalidad son las praderas submarinas formadas por las dos especies de Zostera: la Zostera marina, que se concentra en la ensenada de Linera en una formación que probablemente sea la de mayor extensión del Cantábrico y la Zostera noltii, que se observa en ésta y en otras ensenadas.
Aparecen también algunos matorrales halófilos, y en las zonas donde la influencia de pleamares es menor, se localizan algunos juncales y cañaverales.
La ría del Eo está considerada como la principal área asturiana de invernada y reposo migratorio de las poblaciones europeas de aves acuáticas y cuenta con comunidades vegetales exclusivas de estos paisajes costeros.
Se han identificado 49 especies de aves, de las que 16 son limícolas, 13 anátidas y 9 láridos, repartiéndose las restantes entre otros grupos. En su mayor parte se trata de invernantes, si bien existe un reducido grupo de migrantes de primavera y otoño y otro que se puede observar a lo largo de todo el año.
Esta zona húmeda se clasifica como de importancia internacional en lo que se refiere a tres especies de anátidas: ánade silbón, ánade rabudo y porrón moñudo. La presencia de importantes núcleos de ostrero, chorlito gris, correlimos común, andarríos chico, zarapito trinador y aguja colipinta, le confieren la categoría de importancia regional para estas especies.